Seguramente no conocías el termino de terapia breve centrada en soluciones, pues durante años hemos pensado que la terapia es un proceso muy largo y que se enfocará en hablar del problema que nos ha estado atormentando durante mucho tiempo.
Hoy te quiero platicar de este enfoque que probablemente no conocías y que generalmente, suelo preguntarle a mis pacientes si conocen la Terapia Breve Centrada en Soluciones (TBCS) y la respuesta siempre es “no”.
¿Qué es la terapia breve
centrada en soluciones?
La terapia breve es una rama dentro de la psicoterapia que establece un tiempo determinado para trabajar con el objetivo del paciente.
Contrario a lo que muchos piensan, no es una terapia superficial, exprés o a las carreras, la terapia breve es una forma de trabajo donde se establece un objetivo muy concreto en el que se trabajará a lo largo de las sesiones.
Desde distintos enfoques terapéuticos se han trabajado las terapias breves, pero la que te quiero presentar el día de hoy es la terapia breve centrada en soluciones que proviene de la Psicoterapia Sistémica.
Características de la terapia breve centrada en soluciones:
• Se enfoca en el sistema (entorno), no solo en el individuo:
Al ser un enfoque sistémico, nos interesa mucho saber la experiencia del paciente y la relación que él y su problemática tienen con su entorno, ya que si lo pensamos de forma aislada, probablemente nos veamos limitados en el análisis del motivo de consulta.
• Es breve:
Este modelo tiene un número de sesiones establecidas, son alrededor de 10 por objetivo a trabajar aunque esto puede ser flexible y se adapta al paciente.
• Se centra en el presente:
Enfocamos el proceso en lo que está aconteciendo actualmente y solo regresamos al pasado para acceder a información muy precisa y sobre todo, para recuperar estrategias que en algún momento le ayudaron al paciente.
• No se trata de entender dónde se originó el problema y cómo se desarrolló:
Sin duda, esta es la característica principal de la TBCS. A diferencia de otros enfoques de terapia, no vamos a indagar sobre el momento preciso donde empezó a desarrollarse el problema, ni cuantas veces se presenta en el día, ni en qué contextos.
Nos interesa saber cuando NO está presente y poder obtener la mayor información posible sobre esos momentos donde el paciente no percibe la presencia del problema que lo trae a la consulta.
• Se resaltan las fortalezas del paciente y no se diagnostica ni etiqueta:
Se parte del hecho de que todas las personas tenemos ya las herramientas necesarias para afrontar las diversas situaciones que nos aquejan. La terapia solo será un proceso de acompañamiento que le permitirá al paciente utilizar los recursos de los que ya dispone en este momento.
• Es un proceso colaborativo:
Este punto va muy ligado al anterior, ya que si consideramos que la terapia es un acompañamiento, podemos entender que el psicoterapeuta no es el experto que le dará cátedra de técnicas al consultante para solucionar su problemática.
Solo será un acompañante que colaborará con el paciente para la búsqueda de las soluciones, teniendo en cuenta siempre que el consultante es el experto en su vida.
De hecho, desde la terapia breve centrada en soluciones, no se utiliza el término “paciente” ya que esta palabra implica señalar un papel pasivo en el proceso, en cambio se usa la palabra “cliente” o “consultante”.
• No se utiliza el término "resistencia":
Muchas veces hemos oído que la terapia no funciona porque la persona se está “resistiendo” pero bajo la TBCS tal concepto no existe.
Entendemos más bien que cada consultante colabora de forma diferente y muy a su manera, no como nosotros esperamos, si no como a ellos les hace sentido.
¿Cómo es un proceso terapéutico desde la terapia breve centrada en soluciones?
Para que conozcas un poquito más este enfoque, quiero platicarte a grandes rasgos como trabajo con mis consultantes.
En la primera sesión, me interesa mucho saber qué es lo que le está preocupando a mi consultante, también me interesa conocer sobre él, a qué se dedica, dónde vive, con quién, sobre su familia, entre otras cosas.
Recordemos que es importante descubrir el impacto que el contexto tiene en las personas.
Volviendo al motivo de consulta, me interesa que mi consultante exprese todo lo que quiere decir.
De hecho, si quiere hablar exactamente sobre cuando nació la problemática, dejo que lo haga por que este es su espacio y es un proceso colaborativo.
Mientras escucho el relato, estoy muy atenta a los momentos donde el problema no está presente para que a lo largo del proceso podamos desmenuzarlos y replicarlos de una forma constante.
Al final de la primera sesión, siempre trato de empezar a establecer el objetivo del proceso.
Éste lo establece el consultante, pero de acuerdo a lo que escucho, le ayudo a concretarlo.
En las sesiones posteriores, nos encargaremos de rescatar sus recursos así como los momentos donde el problema no está presente, de tal forma que el consultante vea que tiene bastantes herramientas para afrontar esta situación, y que justo vienen de él, no del psicoterapeuta.
La terapia breve centrada en soluciones...
Esta terapia brinda una forma de trabajo que le permite al paciente ver su situación desde una perspectiva totalmente diferente de cómo la ha estado percibiendo.
Y para finalizar, me gustaría recordar que no existe un tipo de terapia que sea “la mejor” o la “más recomendable“. Cada persona es diferente y lo que a uno le funciona, es posible que al otro no.
Encuentra el enfoque que más se adapte a tus necesidades y si durante algún momento de tu vida quieres cambiar, adelante.
Eres libre de elegir cómo quieres llevar tu proceso terapéutico.
¿Tienes alguna duda acerca de este enfoque terapéutico?
Escríbela en los comentarios.