Procastinar viene del latín “pro” que significa “delante de, en favor de” y crastinus que significa “el día de mañana” lo que nos daría un significado cómo “Estar a favor de dejar las cosas para mañana”.
¿Alguna vez has dejado tareas importantes a último momento por irlas posponiendo y después lidias con el pánico de entregarlas a tiempo?
Si tu respuesta es afirmativa entonces eres una persona que suele procastinar.
Esto no solo significa aplazar algo sino a posponerlo irracionalmente, es decir, a cuando dejamos para luego esas tareas de forma voluntaria pese a que nosotros mismos creemos que está dilación no nos perjudicará.
Al escuchar el significado muchos de nosotros nos sentimos identificados al momento y es que al contrario de lo que se cree procrastinar no tiene que ver con la flojera, sino que tiene que ver con aspectos emocionales, cognitivos y conductuales de la persona; inclusive tiene que ver con una situación que es consecuente de la ansiedad.
Hagamos una pausa y hazte las siguientes preguntas: ¿El cesto de la ropa sucia o de planchar está vacío?, ¿Hay platos sucios en tu fregadero?, ¿Tienes algún documento por tramitar?, ¿Ya compraste el regalo del próximo cumpleaños? ¿Ya terminaste de escribir la tesis? Si hay en alguna de estas preguntas o alguna otra algo que sabes que debes hacer pero lo estas posponiendo para después… ¡estás procrastinando!
Como mencioné antes la procrastinación implica más elementos de los que nos imaginábamos, 4 elementos que a medida que se presentan van a propiciar que pospongamos nuestras tareas.
IMPULSIVIDAD: Podríamos describirla mejor en este caso cómo “las ganas de hacer algo que no tengo que hacer en este momento porque tengo algo importante que si debería estar haciendo”
En la era tecnológica en que vivimos, es tan sencillo obtener cualquier cosa al instante; pongamos un ejemplo antes podía ver mi programa favorito solo los martes y los jueves a la 1pm. Hoy en día ese programa puedo verlo a la hora que sea, el día que sea y la cantidad de episodios que desee. Tenemos diversos medios a través de los cuales generar distracción, y por lo tanto por impulso hacemos cualquier cosa o nos ocupamos en otra actividad para no empezar la tarea que estamos evitando.
EXPECTATIVA: ¿Qué tan bueno o que tan seguro me siento para hacer, ésta tarea? Si yo considero que me va a costar mucho realizarlo, me predispongo a que no podré lograrlo al 100% y eso me va a hacer evitar realizar esa actividad. En cambio sí me siento preparado para ello es menos probable que intente procastinar.
VALORACIÓN: ¿Qué tanto disfruto lo que voy a hacer? Para entender la valoración, piensa que tanto disfrutarías ver tu programa favorito o una serie en Netflix (califica en una escala del 0 al 10, siendo 0 que no lo disfrutarías en absoluto a 10 siendo lo máximo que podrías disfrutarlo)… ahora piensa que tanto disfrutarías escribir un capítulo completo sobre un tema de investigación o entregar un reporte para tu trabajo, las evaluaciones de cada actividad son totalmente distintas, y por lo tanto vamos a intentar evitar las tareas menos satisfactorias y estaremos haciendo actividades más placenteras en su lugar.
TIEMPO DE RECOMPENSA: Sabemos que realizar nuestros deberes va a traer una recompensa para nosotros , pero si la recompensa es a largo plazo eso nos desmotiva, y optamos por generar recompensas inmediatas, por ejemplo si me pongo a dieta para tener un mejor estado de salud y mejor aspecto físico, empezaré a ver los resultados hasta la 2 semanas aproximadamente, ahora si me como una rebanada de delicioso pastel de chocolate al momento que se me antojó, entonces mi recompensa será al momento por el disfrute del sentido del gusto; por lo que vemos que entre más largo sea el tiempo de recompensa más se dará que procrastinemos.
¿Y como puedo empezar a dejar de procrastinar?
- Divide la gran meta en metas más pequeñas
- Planifica tu tiempo en una agenda o en un calendario muy visual para que asignes ahí que día y hora vas a dedicar a esa tarea y así tu mismo/a verás tu avance diario
- Si estas empezando una tarea proponte un tiempo exacto en que trabajaras en ella sin realizar cualquier otra actividad, evita tener el celular cerca, y alearte de cualquier distracción.
- Cuando acabes cada pequeña meta auto-prémiate con alguna actividad de tu agrado.
- Evita justificarte por no cumplir tu tarea del día, e intenta reponer el tiempo perdido lo más pronto posible.