¿Qué es la autoestima?
La palabra autoestima aparece constantemente en las redes sociales y se ha convertido en un ideal.
En este artículo exploraremos este concepto para entender a qué se refiere y qué utilidad tiene comprenderlo.
En el aspecto psicológico, la autoestima se define como la valoración que cada persona hace de sí misma.
Esta valoración dependerá de las expectativas que tenemos sobre nosotros mismos respecto a lo que queremos ser.
También comprenderá las expectativas que consideramos que tienen los demás sobre nosotros.
¿Tengo buena o mala?
Se considera que una autoestima alta implica una percepción y actitud positiva hacía uno mismo. Asimismo, que se tenga mayor confianza en la capacidad para afrontar situaciones y motivación para cumplir objetivos.
Por lo tanto, la baja estima propia en una persona se asocia a la falta de capacidad para solucionar problemas. Además de un estado de ánimo bajo y poca motivación para asumir retos. También puede verse una percepción negativa de sí mismo e inseguridad sobre las propias habilidades para tomar decisiones.
Elementos que la constituyen:
- Emocional: las emociones o respuesta afectiva que se siente hacia uno mismo.
- Cognitivo: los pensamientos, las creencias y actitudes que se presentan hacia uno mismo en diferentes áreas y momentos.
- Conductual: aquellos comportamientos y acciones que se realizan. Incluye la expectativa que se tiene sobre sí mismo y la disposición para hacerlo.
Aspectos que formar parte de tu autoestima
Por otra parte, para trabajar a profundidad te recomendamos abordar ciertos aspectos que forman parte esencial de la autoestima:
- Autoconocimiento: habilidad de conocer tus cualidades, defectos, capacidades, limitaciones y emociones. Conocer el por qué y para qué de éstos.
- Autoconcepto: engloba las ideas y creencias que tengo sobre mí. Además del impacto que esto tiene en mi manera de pensar y actuar.
- Autoevaluación: es la capacidad de evaluar tus propios pensamientos y comportamientos, para darles un valor y también para valorar lo que nos gusta y lo que no.
- Autoaceptación: permite reconocer tus características personales y aceptarlas como son. Implica sentirte pleno con ellas y trabajar para mejorar si así lo deseas.
- Autorrespeto: conocer y entender tus propias necesidades. Esto te ayudará a satisfacer tus deseos y poder expresar y regular tus emociones de forma funcional.
Estos aspectos requieren de un trabajo constante, debido a que la autoestima es dinámica y cambiante. Es usual tener días en los que nos valoramos de manera diferente que el día, la semana o el año anterior.
Por lo tanto, siempre es recomendable apoyarnos en herramientas como la terapia psicológica para fortalecernos.
Referencias
