El futuro es incierto. Hasta el momento, no hay forma de saber lo que va a ocurrir ya sea desde una perspectiva espiritual, religiosa o científica.
No obstante, existe algo que tenemos la certeza absoluta de que sucederá, un compromiso ineludible que nos alcanzará a todos: la muerte. Nuestro tiempo en este plano es finito y no tenemos forma de saber cuándo terminará.
Esto implica que tarde o temprano, enfrentaremos la pérdida de un ser querido. Pueden ser nuestros abuelos, tíos, padres, alguna mascota y así sucesivamente sin saber quiénes se irán después.
Pero el duelo no necesariamente está ligado sólo a la muerte. Cada vez que afrontamos una pérdida o terminamos relaciones significativas, tenemos que lidiar con este proceso. También podemos vivir un duelo cuando cambiamos de trabajo, casa o incluso ante algo tan insignificante como la pérdida de un celular,
¿Qué es?
Es la respuesta emocional ante la pérdida, este es un proceso completamente personal y no existen reglas ni progresos iguales.
Un aspecto para destacar es que esa respuesta emocional muchas veces está acompañada de consecuencias a nivel cognitivo que afectan nuestra concentración y por ende, el rendimiento laboral o académico.
Incluso puede provocar síntomas físicos como dolor de cabeza y hasta un daño mayor en algún órgano de nuestro cuerpo.
Las etapas del duelo
Elizabeth Kübler-Ross fue una psiquiatra suiza, especialista en los procesos psicológicos que las personas enfrentan ante la muerte y la pérdida.
En su libro ‘On Death and Dying’, destaca la existencia de elementos comunes en los procesos de duelo. Los cuales pueden ser agrupados en 5 etapas:
- Negación. Es una reacción que experimentan la mayoría de las personas después de una pérdida. Con frecuencia está acompañada de un trauma y embotamiento emocional o cognitivo.
- Ira. El fin de la negación se asocia con sentimientos de frustración e impotencia debido a la incapacidad para modificar las consecuencias de la pérdida. Esta frustración puede manifestarse con enojo, a veces dirigido hacia otras personas u objetos o hacia uno mismo.
- Negociación. Durante esta fase, la persona mantiene la esperanza de que la situación se puede revertir. Normalmente se busca negociar con algún ser o poder supremo.
- Depresión. Se empieza a asumir de forma definitiva la pérdida, lo que genera sentimientos de tristeza y desesperanza. Esto puede ir acompañado de síntomas típicos como el aislamiento social o la falta de motivación.
- Aceptación. En esta etapa, se alcanza un estado de calma asociado con la comprensión de que la muerte y otras pérdidas son fenómenos naturales en la vida. Se entiende que ya no es posible cambiar o revertir lo sucedido.
Es importante destacar que este modelo es flexible. En algunas ocasiones, las fases no suceden exactamente en ese orden o puede haber regresiones temporales a una fase anterior.
Los tipos de duelo
El duelo no es una enfermedad, es un proceso natural al que todos nos enfrentamos cuando tenemos una pérdida. Sin embargo, existen distintos tipos de duelo de los cuales, podemos destacar los siguientes:
Duelo normal
Es cuando se alcanza una resolución positiva de cada una de las distintas etapas del duelo y se termina aceptando la pérdida.
No existe un tiempo específico para determinar que un duelo es “normal” ya que como se mencionó antes, todos los duelos son distintos. Pero pasar demasiado rápido por las etapas o tomar mucho tiempo para resolverlas, sería señal de que no está siendo un duelo normal.
Duelo anticipado
Ocurre antes de que la pérdida haya sucedido. Este tipo de duelo se da comúnmente cuando se enfrenta un diagnóstico de una enfermedad terminal que no tiene tratamiento.
Es importante destacar que el duelo anticipado, aunque nos “prepara” para lo inevitable, no nos permite situarnos en el aquí y el ahora. Y por ende, no nos deja disfrutar del tiempo que nos queda con nuestro ser querido.
Duelo sin resolver
Es el tipo de duelo donde la persona se queda en alguna de las etapas del proceso.
En la mayoría de los casos se da en la depresión pero también puede suceder que una persona se vuelva muy violenta, muy espiritual o religiosa. Lo cual sería señal de que no ha podido resolver la etapa de la negociación.
Duelo crónico
Es una variación del duelo sin resolver en donde la persona se queda “pegada” a su dolor durante años y existe un fuerte sentimiento de desesperación.
Este tipo de duelo se da comúnmente cuando las personas han perdido a su pareja ya sea por muerte o simplemente porque terminó la relación y son incapaces de rehacer su vida amorosa. Aparentemente tienen todo para estar una relación sana (éxito, estabilidad económica, emocional, etc.) pero siempre encuentran un pretexto para no volver a intentarlo.
Duelo ausente
Hace referencia a cuando la persona niega que los hechos hayan ocurrido y permanece atrapada en la etapa de negación o negociación.
Puede parecer que no sufre pero el dolor de la pérdida es reprimido en el inconsciente causando afectaciones en otros aspectos de la vida.
Duelo retardado
Se le conoce también como duelo pospuesto. Surge cuando las personas ante la pérdida no presentan signos de afectación o dolor y algún evento detonador, hará que el proceso del duelo comience.
Algunas veces no pueden enfrentar su duelo ya que por múltiples ocupaciones, no tienen tiempo de sentir su propio dolor.
Duelo exagerado
También llamado eufórico, este tipo de duelo se caracteriza por atravesar de un modo intenso cada etapa del proceso.
En este caso las personas pueden golpear a otras personas o romper objetos en la etapa de ira, prender una vela todos los días en la etapa de negociación o desbordarse en un llanto intenso e incesante en la etapa de depresión.
Duelo ambiguo
Este tipo de duelo genera ansiedad, ya que la pérdida permanece sin aclarar. En algunos casos, las personas creen que la persona que se ha ido sigue presente de algún modo.
Suele darse cuando se termina abruptamente una larga relación de pareja sin aclarar los motivos.
Como se mencionó anteriormente, en los duelos no hay reglas fijas. Por lo tanto, una persona puede pasar en muchas ocasiones por una combinación de dos o más tipos de duelo.
La regla de oro en este proceso: la paciencia
La palabra duelo viene del latín dolus que quiere decir dolor. Los seres humanos tenemos una tendencia natural a querer “arrancarnos” cualquier tipo de dolor sin importar su origen.
En muchas ocasiones, cuando enfrentamos un duelo hacemos hasta lo imposible por no enfrentar la pérdida y queremos evitar lo que sentimos con cualquier otra actividad. Por ejemplo, nos enfocamos en el deporte, las compras, diversión y ocio para evitar el dolor de la pérdida.
Sin embargo, es importante aclarar que este tipo de acciones representan una “puerta falsa”, no existe otro camino más que enfrentar nuestra pérdida con el dolor que esta conlleva. Por lo tanto, la regla de oro en los diferentes tipos de duelo es:
La paciencia, no querer que el duelo y el dolor terminen antes de que lo hayamos podido procesar.
Una última reflexión
Conocer acerca de las etapas del duelo o los tipos de duelo, nos permite saber si estamos teniendo un duelo sano o si nos encontramos atrapados en un proceso que no nos permite vivir plenamente.
Si sientes que tu duelo ha tomado demasiado tiempo o que transitaste muy rápido por cada etapa pero ahora existen algunos aspectos de tu vida que no funcionan bien a partir de tu pérdida, no dudes en buscar ayuda.
En CuidadosaMENTE contamos con un equipo de psicólogos con amplia experiencia en tanatología.
Los procesos de duelo y las pérdidas pueden ser vistos como un viaje de redención y aceptación que nos permiten entrar en contacto con nuestro dolor y nuestros miedos.
Al final, no sólo se trata de aceptarlos sino también de abrazarlos para comprender lo que nos vienen a enseñar y así poder trascenderlos.
4 comentarios en “Los tipos de duelo”
Muy bien explicado. Garcías por la informacion
Muchas gracias por tu comentario ✨
¡Que buena nota!
¡Nos alegra que te haya gustado!