Límites ¿Cómo marcarlos?

Las personas todo el tiempo hacemos diferentes tipos de elecciones en cuanto a las situaciones que nos pasan por enfrente. 

Si en diferentes momentos de tu vida experimentas enojo, frustración y coraje por haber dicho que “si” a algo que querías decir “no” o dijiste “no” a algo que querías decir “si”, puede que te esté costando poner límites pero…

¿Qué son los límites?

Para empezar, los límites son aquellos altos basados en lo que no nos favorece a corto, mediano o largo plazo y solemos marcarlos para cuidarnos a nosotros mismos.

Estas barreras que establecemos no solo nos protegen a nosotros mismos, también favorece el cuidado de nuestras necesidades sin que lleguen abusos, maltratos o violencias que nos lastimen a nosotros y a los demás.

Cuando se habla de límites se hace referencia a actos de amor propio, pero eso dependerá de cada persona, debido a que todos contamos con diferentes estilos de vida que incluyen nuestras creencias.

Recuerda que:

  • Te mereces poner y que respeten tus límites
  • Ámate, acéptate y reconócete para validar los límites que pones
  • Establecer límites no siempre les va a gustar a los demás

¿Cómo marcamos límites?

Lo primero que debes saber, es que es un análisis profundo ante determinada situación.

Puedes hacerte preguntas como:

  • ¿Qué siento al hacer esta elección? 
  • ¿Me favorece estar en esta postura? (Según lo que elegiste)
  • ¿Por qué estoy tomando esta decisión? ¿Por mí, porque de verdad me agrada y me gustaría hacerlo? o ¿Por quedar bien con los otros y que no tengan motivos para hacerme quedar mal?

Comunícalo...

  • Identifica que quieres comunicar 
  • Expresa lo que quieres comunicar y sé claro que un “sí” es un “si” y un “no” es un “no”.
  • Sé empático con el otro 
  • Sé firme con lo que marcaste, en este punto habrá ocasiones donde la parte contraria querrá manipular (recuerda que es tu límite y que no es negociable)

Analicemos...

Seguramente hay personas que les cuesta establecer límites más que a otras, pero ¡Relájate! es normal.

Todos tenemos una interpretación de la realidad diferente, puede que al principio te sientas angustiado o afligido por haber tomado la decisión que te favorece a ti, pero es parte del proceso.

Puedes empezar comprendiendo que:

  1. ¿Quién se sentirá mejor después de establecer un límite? Practica la visualización: Imagínate que ya pasaron cinco días desde que pusiste un límite, ¿Que estás haciendo? ¿Cómo van en marcha tus planes y metas? ¿Qué emociones experimentas por el beneficio del límite que pusiste?
  2. La practica hace al maestro. Puedes hacer una lista de límites que podrías practicar a diario con el fin de que pierdas el miedo.
  3. Sólo eres responsable de ti.

Piensa en todas las veces que experimentaste incomodidad por complacer a los demás

¿No crees que te mereces estar satisfecho por lo que realmente quieres? 

Finalmente como ya te lo había dicho, puede que haya personas que ames y quieras, tu no eres responsable de lo que ellos sienten o quieren de ti.

El marcar límites no siempre es signo de separación o dejar de querer a los otros, en esta ocasión te estás dando tu lugar y prioridad… ¡Porque te lo mereces! 

Rocío Maldonado
Colaboradora en CuidadosaMENTE

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *