El ejercicio físico es ampliamente conocido por sus efectos positivos en el cuerpo: mejora la resistencia cardiovascular, fortalece los músculos, ayuda en la pérdida de peso, entre otros beneficios.
Sin embargo, su impacto va mucho más allá de lo físico, ya que también influye significativamente en la salud mental. En un mundo donde el estrés, la ansiedad y la depresión son cada vez más comunes, el ejercicio físico puede ser una herramienta clave para mejorar el bienestar de una manera sencilla y accesible.
Si te sientes abrumado, ansioso o con poca energía, ¡no estás solo! En este artículo te explicamos cómo el ejercicio puede ser un gran aliado para mejorar tu salud mental y en que aspectos tiene grandes beneficios.
Adiós a la ansiedad, no sólo a las calorías
Todos lidiamos con el estrés a diario. Pero ¿sabías que una caminata rápida o una sesión de yoga puede hacer maravillas? El movimiento dinámico y consciente del cuerpo reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés y aumenta la liberación de endorfinas, las sustancias químicas que te hacen sentir bien.
Concentrarte en tu respiración y en los movimientos del cuerpo mientras haces ejercicio te ayudará a romper con ese bucle de pensamientos negativos. La próxima vez que te sientas agobiado, intenta correr, nadar, salir en bicicleta o simplemente hacer algunos estiramientos en casa. Notarás cómo tu mente se aclara y la ansiedad disminuye, lo que mejorará tanto tu estado físico como tu salud mental.
El ejercicio físico también es una excelente forma de canalizar emociones como la tristeza. No es necesario ir al gimnasio, salir a caminar o realizar algunas respiraciones profundas puede ser suficiente para mejorar tu estado de ánimo.
Al moverte, activas tu sistema nervioso lo que libera serotonina y dopamina, dos sustancias químicas que te ayudan a sentirte mejor. Así, aprenderás a gestionar tus emociones mientras fortaleces tu cuerpo.
Aumenta tu autoestima
La autoestima es un pilar fundamental para una buena salud mental y el ejercicio regular puede ayudarte a fortalecerla.
Alcanzar pequeños logros como correr un kilómetro extra o sentirte más fuerte después de una rutina, tiene un gran impacto sobre tu autoestima y puede ayudarte a aumentar tu confianza.
Todas esas pequeñas victorias suman y mejoran tu percepción sobre ti mismo, impactando en otros aspectos de tu vida.
Además, si te cuesta dormir, el ejercicio podría ser la solución. Mantenerte activo regula tu reloj interno, facilitando el descanso por las noches. No necesitas cansarte demasiado, una rutina suave antes de acostarte suele ser suficiente. Dormir bien es importante para que tus niveles de estrés se mantengan estables, así que no subestimes el poder de un buen entrenamiento para mejorar tu descanso.
Resiliencia emocional y socialización
La vida está llena de desafíos y el ejercicio físico puede ayudarte a seguir construyendo esa resiliencia emocional para enfrentarlos.
Al comprometerte a terminar una rutina de principio a fin, te entrenas para no rendirte fácilmente. Esa capacidad de perseverar en el ejercicio también se puede trasladar a otros ámbitos de tu vida, para que puedas enfrentar aquellas situaciones difíciles con más confianza y calma.
El ejercicio no tiene que ser una actividad solitaria. Unirte a una clase de yoga, a un equipo de fútbol o simplemente salir a caminar con amigos puede aumentar tu sentido de conexión con los demás. Socializar mientras te mantienes activo no solo beneficiará tu cuerpo, sino que también aportará a salud mental con una interacción extra que puede mejorar tu día y te brinda apoyo emocional.
Potencia tu mente con ejercicio físico
Mover tu cuerpo no solo beneficia a tus músculos, también fortalece a tu mente. El ejercicio mejora la memoria, concentración y capacidad de aprendizaje. Además, mantenerte activo puede protegerte de algún problema de salud mental en el futuro. Cada vez que te ejercitas, estás invirtiendo en una mente más fuerte y saludable.
Incorporar el ejercicio físico en tu vida diaria puede ser el punto de partida para otras rutinas saludables. La constancia en el ejercicio te ayudará a adoptar mejores hábitos de alimentación y a prestar más atención en tu bienestar general. Crear, organizar y ejecutar este tipo de rutinas te mantendrá en constante autoevaluación para tomar decisiones más acertadas para tu bienestar a largo plazo.
Mueve tu cuerpo, mueve tu mente
El ejercicio físico no debe verse sólo como una forma de quemar calorías. Su impacto en tu salud mental debería ser una motivación clave para mantenerte activo. No necesitas hacer un cambio radical, cada pequeño paso cuenta y te ayudará a avanzar.
¿Estás listo para mejorar tu salud mental? Recuerda que en CuidadosaMENTE podemos apoyarte desde hoy y experimentar ese cambio que necesitas en tu vida