En la actualidad puedes disfrutar del streaming y escoger la película o serie que decidas en cualquier momento sin la necesidad de ver aburridos comerciales.
Tenemos acceso a llevar toda la música imaginable en una sola app, contactar con personas de todas partes del mundo al momento y acceder a toda la información deseable en tiempo real.
Los focos, puertas, electrodomésticos, televisiones en nuestro hogar están ahora controlados por dispositivos de casa inteligente y nuestro smartphone conoce lo que necesitamos gracias a algoritmos que descifran comportamientos.
Vivimos en una sociedad sobre estimulada que promueve el placer pleno e inmediato. Todo se nos escenifica posible, real y alcanzable promoviendo el gozo 24/7 pero resulta curioso pensar que cada vez son más las personas que se les dificulta experimentar placer.
Este fenómeno social nos lleva a hablar, de manera inevitable, de las dos grandes epidemias de nuestro tiempo: la depresión y la ansiedad.
¿Qué es la anhedonia?
La anhedonia es un síntoma asociado a la depresión, ansiedad y otras psicopatologías. Fue descrita por el psicólogo y filósofo Théodule Armand Ribot como la incapacidad para experimentar placer.
Se pierde interés o satisfacción en casi todas las actividades. Podemos sufrir pérdida de libido y contacto social, así como dificultad para conciliar el sueño y la disminución de la capacidad para concentrarse.
Imagina que uno de estos días deja de apetecerte leer un libro o ver tu película favorita, sientes apatía por salir con amigos o te encuentras renegando de las cosas que tanto te gustaban.
Cifras de la depresión
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que la depresión afecta a más de 300 millones de personas y otros 246 millones sufren de ansiedad en el mundo.
En México, la Secretaría de Salud afirma que el incremento de los casos de ansiedad es de 75 % en los últimos cinco años.
Estamos ante un problema serio de salud pública. Se pronostica que para este año, la depresión será la segunda causa de discapacidad en el mundo y la primera en países en vías de desarrollo como México (OMS).
“En México, la Secretaría de Salud afirma que el incremento de los casos de ansiedad es de 75% en los últimos cinco años”
OMS
¿Qué onda con la depresión?
Es una pregunta que los especialistas en salud mental debemos hacernos hoy en día, ¿qué pasa si nuestras necesidades humanas parecen cada día más resueltas y podemos obtener placeres al instante?, ¿cuál es la consecuencia de vivir en la inmediatez?
Un posible acercamiento a la respuesta nos lo da el trabajo clínico psicológico. Muchos pacientes acuden con nosotros por dificultades en sus relaciones, con los compañeros de trabajo, jefes, padres, hermanos, hijos, amigos y por supuesto, con sus parejas.
La relación con los demás resulta no ser fácilmente complaciente ni placentera pues vivimos en una sociedad globalizada que promueve el individualismo y la constante competencia pero se nos olvida que somos a partir del otro y de los otros.
Es ese vínculo con las personas en donde encontramos frustraciones, nos encontramos con las necesidades y deseos de los demás provocando un choque de narcisismo.
La búsqueda del placer se vuelve entonces un tanto más complicada, ya no hablamos de placeres inmediatos, si no de la necesidad de un trabajo psíquico flexible, incluyente y de mirada a los demás de manera que nos permita un bienestar prolongado.
Aprendamos a hacernos cargo de nuestras relaciones, emociones y decisiones en una adecuada terapia psicológica. Esto puede implicar dificultades ya que no es un resultado inmediato y significa enfrentarnos a conflictos, frustraciones y emociones que generalmente no quisiéramos conocer de nosotros mismos. Sin embargo, es la manera más efectiva de combatir síntomas como la anhedonia y trastornos como la depresión y la ansiedad.