¿Te has aferrado a situaciones o personas que solo te hacen daño? Estos apegos pueden causarte estrés, ansiedad y sufrimiento innecesario. A través de esta meditación para soltar y dejar ir, podrás liberarte y poco a poco encontrar paz interior.
Mantras de liberación
Los mantras son palabras o frases que puedes repetir mientras realizas esta meditación para soltar y dejar ir, estos te ayudarán enfocarte y calmar la mente. Aquí te compartimos algunos ejemplos:
“Suelto lo que ya no me sirve”
“Dejo ir con amor y compasión”
“Me perdono y libero cualquier culpa o remordimiento”
“Es momento de soltar el pasado y vivir el presente”
Elige un mantra que resuene contigo y repítelo en silencio mientras meditas. A medida que lo haces, permite que las palabras te ayuden a soltar cualquier carga emocional que puedas estar sosteniendo.
¿Cómo puedo soltar y dejar ir?
- El primer paso para dejar ir, es aceptar que hay cosas que están fuera de tu control. Reconoce que no puedes cambiar ciertas situaciones o personas y aprende a aceptarlas tal como son.
- Sabemos que no hay forma de soltar de la noche a la mañana. Date tiempo para procesar tus emociones y permítete liberarte gradualmente de lo que te aferras.
- Reflexiona sobre las lecciones que puedes adquirir de las situaciones que estás tratando de dejar ir. Esas experiencias difíciles pueden enseñarnos lecciones valiosas que nos ayudan a crecer.
- Haz mindfulness o atención plena. Esto puede ayudarte a estar presente, ya no aferrarte al pasado ni preocuparte por el futuro.
- Habla con amigos, familiares o tu terapeuta sobre lo que sientes para soltar emociones reprimidas.
- Imagina visualmente que estás soltando aquello que te está causando angustia. Por ejemplo, puedes imaginarlo como un globo que sueltas y ves alejarse en el cielo.
- Practica el autocuidado y haz cosas que te hagan sentir bien contigo mismo. Esto puede incluir ejercicio, meditación o pasar tiempo con personas que te hacen feliz.
Recuerda que soltar y dejar ir no significa olvidar o ignorar tus emociones, sino aceptarlas y permitirte seguir adelante. Es un proceso gradual que requiere práctica y paciencia pero con el tiempo, te sentirás más ligero y en paz contigo mismo.