¿En alguna ocasión has sentido que no sabes qué hacer cuando estás enojado, triste o frustrado? Hay emociones que son muy difíciles de transitar, sobre todo aquellas dolorosas. En esta meditación aprenderás una manera saludable de manejar las emociones más incómodas.
¡Comencemos!
¿Cuáles son las emociones difíciles?
Se trata de aquellas emociones que nos generan disgusto, desagrado, dolor, sufrimiento o que son muy difíciles de transitar. Es común que debido a la incomodidad que nos hacen sentir, intentemos evitarlas pero no hay que olvidar que TODAS y cada una de las emociones tienen una función vital y es natural que las sintamos. Estas son algunas de las más incómodas y cuya gestión es difícil:
- Enojo: Es una emoción que nos hace sentir incomodidad, detrás de ello hay un desacuerdo y molestia frente algún suceso o experiencia.
- Tristeza: La podemos experimentar cuando perdemos algo o alguien importante, es común que se experimente decepción o un sentimiento de pérdida.
- Vergüenza: Se presenta cuando creemos que no hicimos algo bien o que lastimamos a alguien a quien apreciamos. Nos hace pesar y cuestionarnos nuestra manera de actuar frente a una situación.
- Frustración: La sensación que tenemos cuando no logramos llegar a un objetivo específico.
- Preocupación: Se experimenta cuando no tenemos certeza de lo que sucederá, nos genera temor.
Si para ti es difícil gestionar alguna de las emociones anteriores, toma en cuenta que siempre es posible aprender a manejarlas de una manera saludable. Seguramente ahora no lo sabes, pero aprenderás.
¿La infancia tiene algo que ver?
Como mencionábamos anteriormente, es probable que no sepas cómo manejar dichas emociones pero ¿sabes?, eso es muy común y hasta cierto punto esperado ya que durante nuestra infancia nuestros padres no nos enseñan qué hacer con ellas puesto que a ellos tampoco les enseñaron.
Como seres humanos es normal que experimentemos toda la gama de emociones existentes y en ocasiones es difícil compartir aquellas que nos hacen sentir incómodos o nos provocan dolor.
Lee estas frases:
-“No llores”
-“No te enojes”
-“¡Ay no, no estés triste!”
-“El que se enoja pierde“
-“No te ves linda si estás enojada”
¿Te suena alguna? Bueno pues resulta que cuando somos pequeños y nos dicen estas palabras, nuestro cerebro interpreta que sentir esas emociones es algo negativo y que a toda costa debemos evitarlo. También suele suceder que en ocasiones decimos “No sé qué siento pero me siento mal”, y claro, es probable que en ese momento no sepas ni qué estás sintiendo pero si trabajas en tu autoconocimiento, aprenderás cuáles son las emociones existentes, en qué situaciones las experimentas, cómo se manifiestan en tu cuerpo, podrás nombrarlas nombre y sobre todo, validarlas. Ahí está la clave, en validarlas.
Y es que por más que tratemos de evitarlas, eso es imposible y buscarán una manera de expresarse, manifestando con dolencias y enfermedades, lo que tanto reprimimos a través de la negación. A esto llamamos somatización.
¿Qué sucede cuando reconocemos nuestras emociones?
Cuando comenzamos a entender nuestras emociones, tanto las agradables así como aquellas que nos cuesta mucho “digerir”, entonces estamos aprendiendo a aceptar nuestra naturaleza humana, a conocernos y comprender por qué hay algunas que nos hacen sentir incómodos o incluso por qué unas duran más que otras. Si nos escuchamos, entenderemos qué situaciones nos hacen llegar a ellas así como cuál es la manera en la que puedes gestionarlas sanamente.
Es importante que recuerdes que ninguna emoción es permanente y así como llegan, también se irán. Quizá te cueste trabajo llevarte bien con tus emociones las primeras veces, que las sensaciones corporales que te provoquen sean muy incómodas y tu primera reacción sea querer evitarlas pero no desesperes, poco a poco aprenderás a conocerte más.
¿Es más difícil para los hombres?
A ciencia cierta no podemos decirte que sea más difícil para un género que para el otro pero lo cierto es que en cada género hay emociones que están muy estigmatizadas, por ejemplo:
-Es más común que las mujeres se sientan tristes a que se sientan enojadas
-En los hombres es más válido (socialmente) que se enojen pero no que lloren
Y claro, esto no es aplicable para todos y está determinado por nuestra educación, los mandatos sociales, de género, etc. Así que independientemente de con qué género te identifiques tienes que saber que tu naturaleza humana está diseñada para que sientas TODAS las emociones y entre más lo hagas, menos miedo te dará de hacerlo.
Cada emoción tiene algo que enseñarte
¿Cuándo sabré manejar las emociones difíciles?
Cuando comenzamos algo nuevo, es normal que sintamos miedo. Si ese es tu caso, sé paciente, permítete ir a tu paso, siempre a tu ritmo y practicando la autocompasión. Piensa en cuando comenzaste a escribir, eso llevo un tiempo ¿cierto?, entonces date el tiempo que necesites .
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