Lamentablemente, algunos padres todavía siguen creyendo que ir a un psicólogo es sinónimo de “estar loco” o de tener una enfermedad mental, lo cual genera ansiedad, miedos e inseguridad en las personas que se animan a iniciar un proceso terapéutico, quienes terminan desistiendo de ir a terapia.
Muchos de estos comentarios negativos vienen de amigos, conocidos y sobre todo del mismo núcleo familiar y eso es muy doloroso. Por eso, en Cuidadosamente te mostramos algunos consejos para poder comunicar a tu familia que necesitas apoyo profesional.
– HABLA DIRECTAMENTE CON TUS PADRES
La mejor forma es decirles tu decisión sin rodeos. “quiero ir a terapia psicológica porque lo necesito”. Si lo deseas, puedes contarles sutilmente el motivo por el cual quieres asistir y cómo afecta a tu vida pero sin necesidad de dar mucha información.
-NO DES MUCHAS EXPLICACIONES
Inhala y exhala, una de las grandes causas del estrés y ansiedad es la frustración por no expresar de manera correcta los sentimientos o por el hecho de dar explicaciones. No dejes que esa ansiedad te controle al decirle a tus padres que necesitas ir al psicólogo.
Si te piden alguna razón, solo diles que no te sientes bien y no sabes cómo explicárselo, pero que es algo que necesitas solucionar.
-NO LES DEJES HACERTE SENTIR MAL
Esto va especialmente dirigido para los casos de familias negativas, incomprensivas o intolerantes. Si tus padres o cualquier otro miembro de tu familia comienzan a cuestionarte tu decisión, no los dejes hacerte sentir mal. Levántate sin enojarte, aclara que no cambiarás tu decisión porque es algo personal, que no tiene nada que ver con ellos y retírate tranquilamente, realiza un par de inhalaciones profundas y realiza una actividad que te relaje. Pero no cambies tu decisión. Ya llegaste hasta ahí, no retrocedas.
-NO DEJES QUE MINIMICEN TUS PROBLEMAS
Puede que ocurra otra situación relacionada lo anterior, pero que en lugar de hacerte sentir mal, pueden restarle importancia a tus problemas con frases del tipo… “sentirse inseguro es común a tu edad”, “estamos en una época dónde todos sentimos ansiedad”, “échale ganas” o, “¿que hice mal como mamá/ papá para que te sientas así?, ¿acaso no te di de todo? … Tristemente son frases reales que nos platican nuestros pacientes.
Y es que si bien para ellos es “común” sentirse inseguro o con ansiedad, o creen que tan solo con echarle ganas vamos a sentirnos mejor, para ti puede estar representando una gran dificultad que te lastima porque no lo sabes manejar y por eso necesitas ayuda especializada. ¡Y en realidad nos pasa a todos!
Te invitamos a mostrarles que deseas platicar con un especialista para crecer y trabajar en ti de una forma más profunda y que tu objetivo es conocerte mejor y lograr mayor bienestar contigo y para apoyar a los demás.
-ELIGE UN BUEN MOMENTO
Con esto no me refiero a elegir el “momento perfecto” porque eso no existe y es una excusa para no hacerlo. Sin embargo, si puedes buscar un buen momento para hacerlo, por ejemplo: no es lo mismo hacerlo justo después de un mal día que cuando estén relajados. En este último caso, hay más posibilidades de tener toda su atención y que te escuchen abiertamente.
¡Mucho ánimo! ¡puedes lograrlo!