Estrategias para superar el trastorno afectivo estacional

¿Has notado cómo el sol y el clima afectan tu estado de ánimo?

¿Cómo te sientes en un día nublado? ¿Y cuando llueve?

¿Cambian tus rutinas según el clima?

Es probable que hayas notado un cambio en tu estado de ánimo cuando el sol se oculta, en días lluviosos, grises, fríos o incluso con la llegada del otoño, cuando las hojas caen. Existe una explicación para esto y te lo contaré a continuación.

¿Por qué me siento así?

Se llama depresión estacional, también conocida como trastorno afectivo estacional (TAE). Este tipo de depresión está relacionado como su nombre lo indica, con los cambios de estación.

Por lo general, es más común en otoño o invierno, cuando hay menos luz solar y suele mejorar con la llegada de la primavera o el verano. Según estudios, es más común que se dé en mujeres que en hombres. Asimismo, predomina en regiones del norte, como los países nórdicos, donde el clima es extremo y hay menos exposición a la luz solar. 

El diagnóstico del trastorno afectivo estacional es clínico y se basa en un patrón recurrente de depresiones invernales. Para descartar otras causas, pueden realizarse pruebas complementarias. De acuerdo con el DSM-V, los criterios diagnósticos incluyen:

A. Relación temporal regular entre el inicio de los episodios de depresión mayor y un momento especifico del año (por ejemplo, en otoño o invierno).

B. Remisiones totales (o un cambio de depresión mayor a manía o hipomanía) en un momento específico del año (por ejemplo, la depresión desaparece en primavera).

C. En los últimos dos años se han producido dos episodios de depresión mayor que demuestran la relación estacional y episodios de depresión mayor no estacional durante el mismo periodo.

D. El número de episodios de depresión mayor estacional supera notablemente el de episodios de depresión mayor no estacional que pueden haber sucedido a lo largo de la vida del individuo.

¿Cuáles son las causas del TAE?

  1. Deficiencia de vitamina D: Esta vitamina conocida como la “vitamina del sol”, se produce cuando la piel se expone a la luz solar. En invierno, la menor exposición al sol puede disminuir los niveles de vitamina D, lo que se ha relacionado con la depresión estacional.
  2. Alteración en la producción de melatonina: La melatonina, es una hormona que regula el sueño y los ciclos de vigilia. La falta de luz durante los meses de invierno puede alterar la producción de melatonina, lo que provoca somnolencia excesiva durante el día y a su vez, contribuye a los síntomas depresivos.
  3. Factores genéticos: Al igual que con otros tipos de depresión, los antecedentes familiares de trastornos depresivos pueden aumentar el riesgo de desarrollar depresión estacional. Las investigaciones sugieren que las personas con familiares cercanos que han sufrido de TAE tienen una mayor probabilidad de experimentar este trastorno.
  4. Otros factores psicológicos y sociales: La depresión estacional también puede estar influenciada por factores como el estrés, aislamiento social o la falta de apoyo emocional. Además, los cambios en las rutinas durante el invierno, como las vacaciones o el inicio del año escolar, pueden contribuir al trastorno.

¿Qué puedo hacer?

Aunque el cambio de temporada es inevitable,  puedes tomar medidas para reducir los síntomas:

  • Mantén una rutina regular y realiza actividad física (no importa el tiempo pero sí la constancia). Esto te hará sentir mejor y estimulará la producción natural de endorfinas.
  • Socializa y comparte tiempo con tus seres queridos.
  • Practica técnicas de respiración o alguna meditación para mantenerte en el presente.
  • Lleva una alimentación balanceada.
  • Procura la iluminación cálida y agradable en casa
  • Considera buscar ayuda terapéutica si sientes que los síntomas persisten de forma intensa.
  • Consulta a un psiquiatra para evaluar si es necesario el uso de antidepresivos o suplementos como vitamina D.
Estrategias para superar el trastorno afectivo estacional

¿Hay alguna terapia específica para el trastorno afectivo estacional (TAE)?

Sí, existe la fototerapia o luminoterapia, que consiste en la exposición a una fuente de luz. Se cree que este tipo de terapia puede provocar un cambio significativo en el cerebro regulando los neurotransmisores.

Con este tipo de terapia, se alivian los síntomas  del trastorno afectivo estacional como el cansancio y el ciclo del sueño, a su vez puede ayudar a personas que padecen trastornos del sueño o insomnio.

La terapia de luz implica exponerse a una luz brillante artificial que imita la luz natural del sol.

Durante este tratamiento, la persona se sienta cerca de una caja de luz diseñada específicamente para este propósito.

Esta caja emite una intensidad de luz mucho más alta que la luz ambiental y está configurada para simular la luz solar sin los efectos nocivos de la radiación ultravioleta (UV).

Existen varias teorías sobre cómo la terapia de luz puede ayudar a las personas con TAE:

Regulación de los ritmos circadianos:

Estos ciclos biológicos de 24 horas regulan el sueño, la vigilia y otras funciones fisiológicas. Estos ritmos circadianos son influenciados por la luz natural del día. En las personas con trastorno afectivo estacional, la disminución de la luz solar durante los meses de invierno puede alterar estos ritmos, provocando fatiga, trastornos del sueño y depresión. 

La terapia de luz ayuda a regularlos, lo que puede mejorar la calidad del sueño y restablecer el equilibrio emocional.

Estimulación de la producción de serotonina: :

La luz brillante también puede aumentar la liberación de serotonina en el cerebro, ya que desempeña un papel crucial en la regulación del estado de ánimo, sueño y apetito. 

Se cree que un nivel insuficiente de serotonina puede contribuir a la depresión, por lo que aumentar la exposición a la luz puede ser útil para mejorar el estado de ánimo. 

Supresión de la melatonina:

La melatonina es una hormona que regula el sueño y su producción se incrementa en respuesta a la oscuridad. 

En el caso del TAE, la exposición limitada a la luz solar durante el invierno puede hacer que la melatonina se produzca en exceso, causando somnolencia durante el día y aumentando los síntomas de la depresión. La terapia de luz ayuda a suprimir la producción excesiva de melatonina, promoviendo la vigilia. 

Es recomendable consultar a un profesional de la salud mental para personalizar el tratamiento según las necesidades de cada persona. Con un enfoque adecuado, la terapia de luz puede ser una herramienta poderosa para combatir los efectos de la depresión estacional y ayudar a las personas durante el otoño e invierno.

Es importante destacar que este tipo de terapia no sustituye los tratamientos previamente mencionados y debe llevarse de la mano con un profesional de salud mental. 

En conclusión, la depresión estacional es una condición real que afecta a muchísimas personas en los meses más oscuros y fríos del año. Sin embargo es tratable, reconocer los síntomas y buscar ayuda profesional puede marcar la diferencia con los síntomas. 

Psic. Brenda González
Psicóloga clínica en CuidadosaMENTE

Referencias:

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