Hay algo en ti que no puede medirse, ni compararse, ni apagarse del todo. Es esa fuerza silenciosa que te levanta cuando todo pesa, te recuerda quién eres cuando el ruido externo o interno te nubla. A eso le llamamos poder interior.
Esta meditación para fortalecer tu poder interior es un espacio seguro para reconectar con tu energía más auténtica.
¿Qué pasa cuando este poder se debilita o se desconecta?
Cuando tu poder interior no está fortalecido, es fácil perder el rumbo. Las dudas se hacen más fuertes, los miedos más grandes y la voz de los demás más ruidosa que la tuya. Comienzas a tomar decisiones desde la inseguridad o el vacío. Te desconectas de lo que necesitas, sientes y eres. Y poco a poco, vas cediendo espacio. Te acostumbras a minimizarte y desconfiar de ti.
También se vuelve más difícil poner límites, decir que no o defender lo que te importa. Te llenas de ansiedad, porque te alejas de tu centro. Vives más desde la reacción que desde la necesidad de agradar o sobrevivir, más que desde el deseo de ser tú.
Y no es tu culpa. Muchas veces, ese poder se fragmenta desde muy temprano. Quizás aprendiste que eras “demasiado” o “muy poco” o que callarte era más seguro. Pero hoy puedes volver a ti, no para ser alguien perfecta, sino para estar contigo de forma más compasiva y firme.
¿En qué nos ayuda?
Ese poder te ayuda a tomar decisiones más alineadas, poner límites sin culpa, elegir desde la claridad y no desde el miedo. Te permite habitar tu cuerpo y emociones sin sentir que tienes que esconderte o explicarte todo el tiempo.
Cuando tu poder interior está despierto, no todo deja de doler pero lo enfrentas de otro modo, con más calma y confianza.
No tienes que volverte alguien distinto. Solo necesitas darte permiso de volver a ti, escuchar tu cuerpo y conectar contigo desde el fondo.
Esta meditación para fortalecer tu poder interior puede ser el puente de regreso hacia ti mismo.