“¡Mi mejor amiga me traicionó besándose con el chico que me gusta! Me fui a casa, mis otras dos amigas se habían ido a una fiesta, les llamé pero no respondieron a mis mensajes, me dejaron en “visto”. Me sentí sola, aislada y triste. Entré en la regadera, comencé a sentirme pesada e invadida por una avalancha de emociones.
Experimenté tanta oscuridad que alcancé un rastrillo y me hice cortadas en los muslos. Eso me hizo sentir más liviana, no sé…liberada. Sentía mucho dolor en mi interior, no me invitaron y me traicionaron. Siento que no les importo a las que consideraba mis amigas”
¿Qué significa realmente el autolesionarse?
Autolesionarse es el acto de dañar deliberadamente el propio cuerpo, sin tener en mente la intensión de quitarse la vida. Se ha denominado por los expertos en salud mental como “autolesión no suicida” o ANS por sus siglas.
Estas conductas son intencionales y no ocurren por mero accidente, su objetivo es provocar daño físico, dolor y sangrado en alguna parte del cuerpo. Los actos que tienen como intención quitarse la vida, no se incluyen en esta definición.
Existen varias maneras de provocarse lesiones como quemarse, hacerse cortes con algún objeto filoso o punzo cortante, rascarse, arañarse, morderse o simplemente golpearse.
El criterio para saber si una persona tiene un comportamiento ANS es que haya ocurrido cinco veces en el transcurso del último año.
Instituciones que han investigado sobre el tema encontraron que estas conductas son más frecuentes en los adolescentes que entre la población adulta. Algunas estadísticas muestran que:
- Autolesionarse es común entre chicos de 12 y 18 años de varios países
- Uno de cada 6 adolescentes se ha lesionado en alguna ocasión
- El 45% se corta, el 17% se golpea y el resto se hiere de otra forma
- El 30% de las niñas lo hacen
¿Cuáles son las causas más comunes?
La causa principal de esta conducta es la expresión o liberación de emociones intensas como el enojo, la ira y la frustración, así como la tristeza y el dolor emocional. También algunas de las causas más comunes son:
- Ejercer control sobre el propio cuerpo cuando la persona siente que todo está descontrolado a su alrededor
- Experimentar una fuerte sensación ante un estado de “vacío emocional”
- Una forma de autocastigo o “flagelamiento”
- Para pedir ayuda
- Una manera de llamar la atención de los padres
El trauma por un suceso angustiante o un problema interpersonal, la presencia de sentimientos o pensamientos negativos, pensamientos rumiantes de autolesión y una necesidad o urgencia por hacerse daño, son algunos factores que anteceden al acto de lesionarse.
La posible explicación científica sobre este tipo de comportamiento, es que en el momento en que un individuo lo realiza, el cuerpo produce endorfinas (neurotransmisores que producen una sensación de bienestar).
Este mecanismo funciona muy rápido y el individuo encuentra en la autolesión, una manera práctica de sentirse mejor a corto plazo. Esto favorece o incita a repetir la conducta, lo que desafortunadamente, puede llegar a convertirse en un comportamiento adictivo.
La autolesión es una forma perjudicial de afrontar situaciones y emociones negativas y aunque su propósito no es el suicidio, conlleva el riesgo de llegar a producir infecciones, hospitalizaciones, internamientos psiquiátricos e inclusive, muertes accidentales.
¿Una persona puede dejar de autolesionarse?
Aunque existen datos que indican que afortunadamente en la mayoría de los casos se puede dejar de autolesionarse con la edad, es un tema que actualmente está afectando la salud pública ya que hay un alarmante aumento en el índice de personas que ejecutan estas prácticas a nivel mundial.
Por estos motivos, la “Asociación Americana de Psiquiatría” recientemente la incluyó en el manual de diagnóstico de los trastornos mentales como autolesión no suicida (ANS) bajo el de rubro de las afecciones que aún requieren una mayor investigación.
Factores de riesgo
Las redes sociales están desempeñando un papel importante como medio de propagación de esta conducta ya que quienes lo hacen, suelen subir imágenes de las lesiones para llamar la atención y ser populares o “influencers”. Así mismo, las series televisivas y películas presentan a menudo personas practicando la autolesión.
Algunos factores de riesgo son:
- Dificultad en el manejo de la ira y falta de habilidades cognitivas para la resolución de problemas
- Puede ser precursor o un síntoma del Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)
- Historia de abuso infantil
- Críticas y hostilidad familiar
- Baja autoestima
- Necesidad de autocastigo
- El aprendizaje social y la imitación
Con respecto a este último factor, es importante considerar que podemos estar ante una “moda”.
Autolesión en la adolescencia
Una investigación realizada por la “Fundación para la investigación en psicoterapia y personalidad” (FUNDIPP) encontró que los jóvenes de entre 10 y 13 años hablan en las redes sociales de la autolesión como una práctica habitual y que esta conversación está ligada a comentarios que instruyen el cómo hacerlo para que sus familiares “no se den cuenta” y además, dan recomendaciones de cómo usar maquillaje para tapar las heridas.
La conducta auto dañina más recurrente entre los jóvenes es la denominada “cutting”, que consiste en hacerse cortadas en zonas del cuerpo que se pueden ocultar bajo la ropa como los brazos, muslos y el abdomen y que constituye el 40% de las autolesiones.
Así pues, observamos que en la búsqueda de su identidad, los adolescentes encuentran en las redes sociales “amigos” virtuales con los que comparten sus inquietudes, estados emocionales y su curiosidad sexual.
En estas “tribus” anónimas encuentran empatía, identidad y sentido de pertenencia por lo que adoptan o copian modas, conductas, formas de pensar y actitudes hacia la vida entre las que se encuentra “hacerse daño”.
La terapia como apoyo
Algunos de estos chicos acuden a terapia por su voluntad pero no precisamente por el tema de las autolesiones. Lo hacen para hablar de los conflictos propios de su edad, de los problemas familiares, desafíos escolares, de su soledad, de sentirse incomprendidos por sus padres, de su confusión sobre su identidad sexual, etc.
Y eventualmente entre las sesiones, mencionan que ante sucesos dolorosos, se hacen daño. Otros, llegan a terapia motivados u obligados por sus padres al descubrir que se han lesionado.
Los adolescentes suelen expresar en terapia que al hablar con sus padres de sus sentimientos sobre la problemática familiar o con respecto a la crisis de esta etapa de su vida, no se sienten comprendidos. Ya que estos, en vez de escucharlos, les hacen comentarios descalificadores como: “un niño de tu edad no tiene problemas, no sabe lo que es la vida”, “tienes todo para ser feliz, no estás contento con nada”, “te doy todo, y tú te quejas, no agradeces el esfuerzo que hago”, lo que equivale a minimizar o incluso, invalidar sus emociones.
En general podemos concluir que detrás de esta forma negativa o enfermiza de enfrentar el dolor emocional, existe una falta de oportunidad para expresarse con sus padres, con otros adultos y la influencia de las redes sociales.
Recomendaciones para apoyar a alguien que se autolesiona
Hay muchas formas de apoyar a un ser querido que lo hace y es momento de abrir la conversación para hablar del tema en casa y en la escuela.
Como padre:
- Observa cómo se comporta tu hijo. Si sospechas que se hace daño, revisa su cuerpo.
- Pon en la mesa el tema para saber qué le sucede, qué lo motiva a hacerlo y qué opinión tiene sobre este tipo de conducta. Lo más importante es que hables con él, sin juzgarlo, con una actitud comprensiva y compasiva.
- Acude con un especialista para que te asesore sobre como mejorar la comunicación con tu hijo y juntos evalúen la necesidad de que reciba psicoterapia para cuidar su salud mental.
Como profesor:
- Decídete a dialogar sobre el tema y escuchar a los alumnos. Hay que hacer conciencia dentro de las aulas, de las consecuencias negativas en la salud física y emocional de esta práctica.
- Propicia el involucramiento de los padres en este y otros temas relevantes. En su caso, canaliza a los jóvenes a un centro de apoyo psicológico.
Si te dañas, reflexiona:
- Acude con un adulto, exponle cómo te sientes. Rompe la cadena de retroalimentación que tienes con tus “amigos” reales o virtuales que se lesionan y busca la forma de consultar con un especialista.
En el terapeuta encontrarás quien te escuche, comprenda y te acompañe en tu proceso de sanación.
La terapia en línea te ayudará a mejorar tus actitudes hacia los acontecimientos de la vida, te proporcionará las herramientas necesarias para la resolución eficaz de los problemas, aprenderás a identificar, expresar, regular y gestionar tus emociones, gestionar la ansiedad, incrementar la autoestima, entre otros temas.
Referencias:
- Autolesiones/cortes – Síntomas y causas, Mayo Clinic, (2023), https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/self-injury/symptoms-causes/syc-20350950%20%20Autolesiones,/cortes-sintomas%20y%20causas
- Rius, M. (2022, 20 mayo), Las autolesiones de adolescentes «se contagian» y las redes sociales incitan a la imitación, La Vanguardia, https://www.lavanguardia.com/vida/20220520/8278770/conducta-autolesion-contagiosa-redes-sociales-incitan-imitacion.html
- María Dolores Saíz, Iñigo Alberdi Páramo, Beatriz Serván Rendón-Luna, Rafael Baena Mures. “Autolesión no suicida como entidad nosológica diferencial, Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría, Psicología y Salud Mental, Interpsiquis 2022. https://psiquiatria.com/congresos/pdf/1-10-2022-162-pon7.pdf