Este tipo de duelo es una experiencia significativa que muchas madres y padres atraviesan al ver crecer a sus hijos. Aunque suele estar acompañada de orgullo, satisfacción y alegría, también puede despertar nostalgia, melancolía o incluso tristeza al sentir que ciertas etapas quedan atrás para siempre. Y entonces surge la pregunta: ¿por qué duele, al mismo tiempo que alegra, ver crecer a quienes más amamos?
Desde el primer momento, entender qué es ayuda a vivir estos cambios con mayor conciencia y menos culpa.
Para comprenderlo, es importante recordar que el duelo no aparece únicamente ante la muerte de un ser querido. También surge cuando enfrentamos la pérdida de algo significativo o valioso, aunque esté asociado a algo positivo o natural. Cada etapa que termina implica despedirse de una versión conocida de tu hijo o hija y también de una parte de ti como madre o padre. Reconocerlo no te hace débil, te hace humano.
¿Qué es?
Es un tipo de duelo que surge cuando una figura parental enfrenta la pérdida simbólica de una etapa del desarrollo de su hijo o hija. No se trata de una pérdida definitiva, sino de un cambio profundo en el vínculo.
A medida que las hijas y los hijos crecen, atraviesan múltiples cambios físicos y emocionales. Su estatura aumenta, su cuerpo se transforma, sus rasgos faciales se afinan, el color de sus ojos o cabello puede modificarse y hasta su aroma se vuelve distinto. Paralelamente, cambian su manera de comunicarse, de relacionarse, de expresar lo que necesitan, y de interactuar con el mundo que los rodea.
La ternura de la primera infancia da paso a la curiosidad del niño explorador, y esta eventualmente se transforma en la búsqueda de identidad propia característica de la adolescencia. Todas estas transiciones, aunque naturales y esperadas, pueden generar un tipo particular de duelo emocional en madres, padres y cuidadores.
No es que quieras detener su crecimiento, es que tu cuerpo y tu mente necesitan tiempo para adaptarse.
¿Cómo se vive el duelo cuando los hijos crecen?
A lo largo del desarrollo infantil y adolescente, los cambios físicos y emocionales son constantes. El cuerpo se transforma, la voz cambia, la manera de expresar afecto se modifica y la búsqueda de independencia se vuelve más evidente.
Lo que antes era rutina, como dormirlos, acompañarlos a todos lados o ser su principal referente emocional, se va diluyendo. Este proceso puede vivirse como una serie de pequeñas despedidas que activan un duelo.
Es común que aparezcan preguntas como:
¿En qué momento creció tanto?
¿Por qué ya no me necesita igual?
¿Estoy haciendo algo mal al sentir tristeza?
Todas estas preguntas son parte de un proceso normal.
¿Está mal sentir tristeza o nostalgia por etapas que ya pasaron?
No. Sentir tristeza, melancolía o incluso una sensación de pérdida no significa que estés fallando como madre o padre. Al contrario, habla de un vínculo significativo y profundo.
El problema no es sentir, sino quedarse atrapado en la añoranza. Cuando el foco está únicamente en lo que ya fue o en lo que aún no llega, el presente se vuelve borroso. El duelo parental necesita ser reconocido para poder transformarse, no negarse ni minimizarse.

¿Cómo adaptarse de forma saludable a los cambios del crecimiento?
Adaptar las rutinas familiares
Las rutinas que funcionaban en una etapa pueden dejar de ser útiles en otra. Cambian los horarios, los límites, las responsabilidades dentro del hogar, los límites y permisos. Ajustarlas con flexibilidad reduce la frustración y permite acompañar el crecimiento sin tanta resistencia interna.
Mentalizar el cambio
Recordar que tu hijo o hija no será igual a lo largo de su vida puede ayudarte a prepararte emocionalmente para lo que viene. Hablar con otras madres, padres o cuidadores puede ofrecer una visión más amplia de lo que se vive en cada etapa. Informarte, leer o incluso buscar orientación profesional te permite anticiparte sin caer en el miedo o la incertidumbre.
Mentalizarte no significa controlar cada aspecto del desarrollo, sino cultivar una actitud de apertura y aceptación.
¿Cómo disfrutar cada etapa sin aferrarse?
Cada fase del crecimiento tiene su propio encanto y sus propios desafíos. Permítete estar presente y disfrutar los momentos agradables, así como acompañar los difíciles con paciencia y empatía. Estar presente implica observar sin prisa, escuchar sin interrumpir y compartir tiempo de calidad.
Las etapas no regresan pero cada una tiene oportunidades únicas para conectar emocionalmente con tus hijos.
¿Realmente estoy perdiendo a mi hijo?
No. Esta es una de las ideas más importantes.
No estás perdiendo a tu hijo o hija, estás despidiéndote de una versión para dar la bienvenida a otra. El vínculo no desaparece, se transforma. Comprender esto reduce la culpa. Cada nueva versión de tu hijo es una oportunidad para conocerlo de nuevo y fortalecer el vínculo desde otro lugar.
¿Cuándo buscar apoyo psicológico para este tipo de duelo?
Si sientes que estás atravesando un proceso de duelo por el crecimiento de tus hijos o si te preguntas constantemente si estás haciendo un buen trabajo como figura parental, recuerda que no tienes por qué transitar este camino en soledad.
Permítete buscar un espacio de reflexión y autoconocimiento mediante una sesión de acompañamiento psicológico, guía parental o apoyo emocional. Estos espacios pueden ayudarte a comprender tus emociones, desarrollar herramientas de adaptación y fortalecer tu relación contigo mismo y con tus hijos.
Acompañar el crecimiento de tus hijos también implica crecer tú. Darte permiso de sentir, de cuestionarte y de pedir apoyo es parte de una maternidad y paternidad más consciente y humana.
Preguntas frecuentes sobre el duelo parental
¿El duelo parental es lo mismo que depresión?
No necesariamente. El duelo parental es una respuesta emocional ante el cambio. Si los síntomas se intensifican o se prolongan, es importante evaluar con un profesional.
¿En qué etapas es más común el duelo parental?
Suele aparecer en transiciones importantes como el inicio de la escuela, la adolescencia o cuando los hijos se independizan.
¿La terapia en línea funciona para tratar el duelo?
Sí. Existen enfoques terapéuticos efectivos que se adaptan muy bien al formato en línea y permiten trabajar el duelo emocional de forma profunda.
¿Qué es el duelo parental en madres y padres primerizos?
En madres y padres primerizos puede aparecer al dejar atrás la etapa del bebé, cuando el hijo comienza a ganar autonomía.
¿Puedo vivir duelo parental y sentir orgullo al mismo tiempo?
Sí. Ambas emociones pueden coexistir. El crecimiento de los hijos suele despertar sentimientos ambivalentes y eso es completamente normal.
Redactado por:
Psic. Cecilia Castillo | Psicóloga clínica en CuidadosaMENTE