Ha llegado el momento de enfrentar la tan temida cuesta de enero. Aunque suele ser un mes desafiante, tanto financiera como emocionalmente, no tiene porque ser una etapa sombría del año. Podemos aprender a verla con otros ojos y vivir los retos que se presentan como un impulso para salir adelante, en lugar de considerarla como un obstáculo sin salida.
Enero suele ser un mes complicado para la mayoría de los adultos. Luego de las alegrías decembrinas y compartir momentos especiales con las personas que amamos, llega el momento de volver a la rutina, enfrentar gastos y contar los días nuevamente para las próximas vacaciones.
Sin embargo, está en nuestras manos cambiar la percepción negativa que tenemos de este mes. Nuestros pensamientos y hábitos pueden influir directamente en nuestro bienestar o malestar, dependiendo de cómo los gestionamos.
Buscar la excelencia te motiva, buscar la perfección te desmoraliza.
Harriet Braiker
¿Por qué se llama cuesta de enero?
El término “cuesta de enero” se utiliza porque, es como si literalmente camináramos por un terreno inclinado que se vuelve más difícil de transitar. Esta sensación puede repetirse en diferentes momentos de nuestras vidas pero existen formas de evitar añadir obstáculos innecesarios a esta cuesta.
Situaciones que impactan en nuestra salud mental
Una de las razones por las que esta época se siente más difícil es porque intentamos empezar el año siendo versiones perfectas de nosotros mismos: ejercitarnos, comer sano y no tener deudas, por mencionar algunas.
Sin embargo, al intentar hacer borrón y cuenta nueva, olvidamos que las experiencias del pasado son las que nos ayudan a tomar mejores decisiones en el futuro.
Nuestra economía personal y familiar forma parte de nuestra salud financiera, que a su vez, es un componente esencial de nuestra salud integral. El dinero no solo nos permite ser independientes para tomar diferentes decisiones, sino que también nos permite acceder a opciones que pueden mejorar nuestra calidad de vida. Por ello, aprender a gestionar nuestras finanzas es clave para reducir el estrés y la ansiedad.
Un estudio titulado “Bienestar financiero”, elaborado por Invested, revela datos preocupantes: el 45.9 % de la población mencionó que casi nunca o nunca le sobra dinero al final del mes. Además el 34.6 % expresó tener poca o ninguna capacidad para enfrentar gastos inesperados.
Vivir en estados prolongados de ansiedad puede llevar al desarrollo de conductas dañinas, como el abuso de comida, alcohol u otras sustancias. En el caso de la ansiedad financiera, puede manifestarse en comportamientos como las apuestas o comprar boletos de lotería compulsivamente, que suelen empeorar la situación.
Recomendaciones para superar la cuesta de enero
Para vivir esta cuesta de enero, es importante modificar nuestros hábitos financieros. Recuerda que es un proceso que lleva tiempo pero los beneficios a largo plazo hacen que valga la pena.
1. Toma conciencia de tus ingresos y egresos
Haz un análisis detallado de tu dinero: ¿en qué lo gastas y por qué? Identifica los impulsos que te llevan a comprar cosas innecesarias o endeudarte. Elaborar un presupuesto es un gran primer paso, aunque pueda generar emociones como la culpa. Esto te permitirá gestionar mejor tus finanzas y tus emociones.
2. Busca la asesoría de un profesional
Un terapeuta, asesor financiero o contador puede ayudarte a tener más claridad para trazar un plan más inteligente. La orientación profesional te permitirá tomar decisiones más informadas sobre cómo gestionar gastos o saldar deudas existentes.
3. Identifica tus motivaciones de compra
En ocasiones, nuestras compras responden a impulsos emocionales o llenar vacíos de los que no somos conscientes. No está mal que de vez en cuando las compras sean un recurso de regulación emocional. Sin embargo, el abuso de ese recurso puede ser perjudicial.
Adquirir productos o servicios para regular emociones, puede generar un circulo vicioso. Por ejemplo, comprar ropa cuando te sientes triste puede tener un efecto paliativo con la emoción y posteriormente generar culpa si esas compras generaron una deuda. La incapacidad de manejar ese sentimiento, puede orillarnos a seguir fomentando ese circulo vicioso que no lleva a buen puerto.
Por otro lado, los regalos entregados en diciembre suelen ser una manera de comunicar afecto o agradecimiento a nuestros seres queridos, lo cual es válido. Aún así, es importante que aprendamos otros medios para expresar nuestro amor, sin que nuestro bolsillo se vea afectado.
¿Cómo sobrellevar la cuesta de enero?
A continuación, te comparto algunas recomendaciones para que esta cuesta no sea un momento tanta dificultad para ti y tus finanzas:
Organiza tus finanzas
Elabora un presupuesto para que tengas claridad de tus ingresos y egresos. En caso de tener deudas, que sepas con cuánto dinero cuentas para poder hacer los pagos correspondientes. Además, ten cuidado con algunas promociones que dicen ser ofertas y no lo son.
Limita gastos extras
Es un buen momento para reflexionar sobre los gastos hormiga que tienes y cuáles puedes recortar. No se trata de no darte gustos o diversiones, sino de hacerlo con mayor conciencia y responsabilidad.
Establece prioridades
Decide en qué gastar y cómo priorizar el pago de tus deudas adquiridas. Enfócate en pagar primero las que generen más intereses o consecuencias desagradables.
Registra tus avances
En cualquier tipo de hábito que deseamos cambiar, mantenernos motivados suele ser un reto, especialmente si los resultados no se ven rápidamente. Una opción es documentar los avances que tengas para no rendirte. Por ejemplo, si tienes una deuda, puedes ir anotando cuánto llevas pagado y cuánto te falta para ver tu avance.
Si te sientes identificado con lo que has leído y crees que no puedes salir adelante solo, busca el apoyo de un profesional. Permite que alguien te acompañe en este proceso para que la cuesta de enero no afecte tu bienestar ni el de tu familia. Recuerda que este mes también puede ser una temporada alegre y motivante como cualquier otro.