La neurociencia nace y se nutre de varias disciplinas como la medicina, biología, psicología e incluso inteligencia artificial. Todo esto para comprender mejor cómo trabaja nuestro sistema nervioso, cuyo órgano principal es el cerebro.
El sistema nervioso es como el director de una gran obra de teatro. Es responsable de dirigir todas las funciones de nuestro cuerpo. Desde las cosas que decidimos hacer como caminar o comer, hasta lo que nuestro cuerpo hace de manera automática como respirar o digerir los alimentos.
Es por eso que, investigaciones recientes han revelado que ciertos eventos, procesos o sensaciones del cuerpo, a su vez interactúan con nuestro cerebro.
Objetivo de la neurociencia
La neurociencia es como un gran detective que quiere saber cómo funciona nuestro cerebro. Pero lo más importante, se centra en descubrir cómo se relaciona con nuestra forma de comportarnos, pensar y sentir.
El reconocido neurocientífico, Antonio Damásio ha descubierto que nuestro cerebro depende del cuerpo y viceversa. Para estudiar cómo trabajan juntos, los científicos observan en tiempo real lo que sucede en el cerebro cuando nos enfrentamos a diferentes situaciones y estímulos.
Utilizan máquinas especiales como tomografías y resonancias magnéticas para tomar fotos del cerebro y también electroencefalogramas para ver cómo está trabajando este órgano.
Al mismo tiempo, se realizan registros de funciones corporales como la respiración, frecuencia cardiaca, cómo nos movemos, pensamos y hablamos. También exploran la función de nuestro estómago, pulmones, corazón y otros órganos.
Todo esto ayuda a conocer de qué forma nuestro cuerpo y cerebro trabajan juntos.
Ramas de la neurociencia
El campo se divide en varias ramas y cada una se enfoca en interpretar algo diferente sobre nuestro cerebro.
La neurociencia abarca disciplinas como:
- Neuroeducación: Analiza cómo aprendemos cosas nuevas
- Neurobiología: Se especializa en el funcionamiento de las células del sistema nervioso
- Neuroquímica: Aborda principalmente los neurotransmisores
- Neurociencia cognitiva: Estudia los procesos de atención, memoria, lenguaje y razonamiento
Y claro que no podemos olvidarnos de la neuropsicología, que se dedica a entender cómo nuestro cerebro y emociones están conectados y cómo el mundo que nos rodea influye en nuestro comportamiento.
Importancia de la neurociencia
Los descubrimientos en el campo de la Neurociencia han modificado ciertas creencias. Antes se pensaba que la mente y el cuerpo estaban separados pero esta disciplina nos ha enseñado que en realidad están conectados.
Gracias a la tecnología, los científicos han logrado un mayor conocimiento sobre las causas de muchos trastornos. Esto ayuda a los especialistas de la salud mental a tener más herramientas para el diagnóstico, tratamiento y mejor aún, la prevención.
¿Cuáles son los resultados de las investigaciones?
Son muchos los logros que ha obtenido la neurociencia. A continuación te presentamos algunos de los más relevantes para nuestra vida diaria y la salud de nuestro cerebro.
Mindfulness
La neurocientífica Nazareth Castellanos, especialista en Neurociencia de la Meditación, se ha dado a la tarea de divulgar datos muy interesantes sobre el tema.
Ella explica como la rumiación o la “mente divagante” tiene un efecto a nivel neuronal que provoca “sufrimiento” emocional y menor calidad de vida porque sufrimos recordando el pasado y deseando controlar los eventos futuros.
Para detener los pensamientos y volver al presente, nos sugiere usar técnicas de respiración y meditar. Ambas estimulan las estructuras del cerebro que favorecen la regulación de emociones y nos ayudan a llegar a un estado de paz interior y de “felicidad subjetiva”.
Chi-Kung y Bodyfulness
Se ha comprobado la efectividad de ejecutar movimientos corporales lentos para lograr bienestar.
El Qigong o Chi-Kung es una práctica de sanación que tiene como objetivo activar la energía para lograr equilibrio físico, mental y espiritual.
Por otra parte, diversas investigaciones han determinado que el bodyfulness promueve un estado de paz a través de la conciencia corporal y aumenta la eficacia de la meditación.
Más resultados...
Un dato interesante es que el cerebro no distingue entre la realidad y lo que pensamos. Por ejemplo, cuando recordamos un momento triste o imaginamos algo malo, el cerebro produce cortisol, la hormona del estrés.
En grandes cantidades esta hormona afecta varios órganos como el corazón o el intestino y en el caso de este último, perjudica el proceso digestivo. También puede impactar en el estado de ánimo y la forma en que nos relacionamos con los demás.
Se ha encontrado que las emociones positivas favorecen los procesos de memoria y aprendizaje porque activan el hipocampo. Y que el apoyo de seres queridos en una situación difícil reduce los niveles de estrés y el impacto negativo.
Por otra parte, especialistas en Neurobiología han encontrado que la actividad física promueve la formación de nuevas neuronas incluso en edades avanzadas.
De igual manera, estimula al sistema cardiovascular, es un antidepresivo y favorece el sueño, mientras que el sedentarismo provoca envejecimiento cerebral. Pero ¡ojo! no es bueno hacer demasiado ejercicio, nuestro cerebro también necesita descansar.
Y el último dato importante de las investigaciones en neurociencia es el hecho de que el cerebro “interpreta” la postura del cuerpo. Por ejemplo:
- Si estamos encorvados, detecta señales de derrota
- Si mantenemos la cabeza erguida, interpreta el triunfo
- Si sonreímos aunque nos sintamos tristes, deduce que estamos contentos
- Si fruncimos el ceño, entenderá que estamos enojados aunque no sea cierto
El cerebro reaccionará químicamente a lo que “cree” que estamos sintiendo. Así que si mantenemos una buena postura y semblante, estaremos desencadenando un baño de hormonas del bienestar.
Recomendaciones para tener un cerebro sano
A través de las investigaciones de esta ciencia, se han revelado prácticas que promueven la salud de nuestro cerebro. Te compartimos algunas de ellas:
- Realiza una meditación de 30 minutos cada día
- Da un paseo de media hora
- Haz ejercicio físico de acuerdo con tu edad, actividad y condición física, al menos 120 minutos a la semana
- Observa tu postura y evita las prisas, procura moverte con más lentitud
- Cuida tu alimentación, disminuye el consumo de harina, azúcares y alimentos procesados
- Aprende algo nuevo para mantenerte activo
¿Tienes alguna duda? Escríbela en lo comentarios.
Referencias:
- Rye, C., Wise, R., Jurukovski, V., DeSaix, J., Choi, J., Avissar, Y. (2016) Boundless Biology. OpenStax CNX. Houston Texas. https://openstax.org/books/biology/pages/35-3-the-central-nervous-system
- Trejo, J.L | Beneficios del ejercicio para el cerebro | Museo de la Evolución. https://www.youtube.com/live/Yr6kvYYvcr0?feature=shared
